Expiación y Culpa

Cualquier daño cometido; como asesinato, aborto o homicidio por falta de cuidados, abusos sexuales; que traen el peso de la culpa en el nivel de la conciencia dual (culpable-inocente-agresor-víctima), necesita ser reparado.

Hay un movimiento compulsivo en el sistema, de alguien (en general los descendientes) tener que pagar por la culpa no reconocida. Tener que expiar en un mecanismo de regulación del sistema.

¡Y el pago es causar daño a sí mismo, en la misma medida que se causa daño a algún otro!

¡Ese movimiento aniquila la Vida y lleva a la muerte!

Este movimiento de la Conciencia ciega del Ego dual, que proyecta la culpa y desea volver a la inocencia, se opone al movimiento del Espíritu.

Alguien (puede ser algún ancestro) quiere volver a ser inocente. Y para PERTENCER necesita expiar.

Todas las religiones dogmáticas, sean ellas versiones del cristianismo, islamismo, judaísmo, … ismos), se mueven dentro del campo culpa-expiación y necesidad de inocencia. Se paga un precio alto: el sacrificio de la VIDA en un futuro, a través de los descendientes!

La buena conciencia proyecta hacia fuera el mal, y por eso comete atrocidades y va contra el movimiento del Espíritu, contra la VIDA!

¿Cuál es la solución? Mirar la culpa en los ojos y decir SI a sus consecuencias, sin expiación y con autoresponsabilidad por el mal cometido.

El movimiento de liberación ocurre y la paz se instala en el sistema familiar. Los perpetradores y las víctimas asumen sus responsabilidades y sus dolores son iguales en la reconciliación de los opuestos que representan.

 

Graciela Rozenthal